La verdad, yo interpreto la llegada del frío cuando mis pies me piden los escarpines, cuando al entrar al agua y sumergir la cabeza notas como miles de agujas se te clavan en ella, cuando al salir del agua no tienes la suficiente fuerza como para apretar el botón del cierre centralizado, cuando es imposible vocalizar exactamente lo que quieres decir... sinceramente, el invierno no mola... pero nos da olas.
Sin ir más lejos el fin de semana pasado tuvimos unas sesiones impresionantes, no importaba el estado en que uno se encontrara, con o sin resaca, con o sin problemas... hay que entrar. Hay que entrar para saber lo que realmente se siente, personalmente soy de los que me agobio con facilidad cuando hay demasiada gente y en más de una ocasión sale a relucir mi genio, mi carácter, tampoco soy tan malo... pero lo siento, lo siento si en alguna ocasión he hecho o he dicho algo fuera de tono, simplemente lo siento sobretodo por los que empiezan, no sé si llegara a sus oídos esto pero queda escrito. Y ya no lo siento tanto por quién realmente se lo merece, cuando tienes la preferencia, avisas a que vas a cogerla con tiempo, avisas mientras remas la ola y cuando haces el take off... te encuentras al tipejo enfrente... quién me conoce seguro que sabe de quién hablo.
Aparquemos los malos rollos por el momento, siempre hay rifi rafes, pero siempre que hay alguno el susodicho esta de por medio.
Dejo aqui algunas muestras de las fotos que tomé hace un par de semanas, uno de los días que no se me olvida la cámara en casa si es que las ansias por pillar buenas olas hacen que no me acuerde de inmortalizar cada una de las sesiones por donde paso.
Hasta la próxima... que probablemente no estaré en el agua ya que vienen días de olas y yo estaré trabajando por tierras asturianas.
Recuerdos a mis grandes amigos del pico, Jordi, Uri, Txusmari, Dan... perdonad si os tengo un poco olvidados...
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